1.3.09

EL DILUVIO

Grupo Planeta Venezuela trae la obra El Diluvio del afamado escritor francés Jean-Marie Gustave Le Clézio quien es el ganador del Premio Nobel de Literatura 2008.

La obra se desarrolla en 1963, cuando François Besson es sorprendido por una visión que acaba cobrando un valor simbólico: en el momento en el que se alza hacia el cielo el aullido de una sirena, una chica joven aparece montada sobre una motocicleta y desaparece cuando cesa el ruido. Este instante provoca en el narrador una sacudida interior: «Desde este día, todo se ha podrido. Yo, François Besson, veo la muerte en todas partes.». A partir de entonces, Besson empieza un peregrinaje por las calles de una gran ciudad, mientras intenta escapar de su agonía


El escritor, quien ha sido calificado por la Academia Sueca ha como "un escritor de la ruptura, de la aventura poética, de éxtasis sensual y de explorador de la humanidad”, cuenta con una colección alrededor de 30 libros entre historias cortas, novelas, traducciones de la mitología india, ensayos, literatura infantil e incluso volúmenes de fotografías.
Lo invitamos a disfrutar de El Diluvio, obra que ya está a la venta en las librerías del país.

Escribir no es sólo estar sentado en tu mesa contigo mismo, es escuchar el ruido del mundo”

Jean-Marie Le Clézio

LA HERMANDAD DE LA BUENA SUERTE

El conocido escritor y filósofo español Fernando Savater resultó ganador del 57ª Premio Planeta con su reciente obra titulada La hermandad de la buena suerte.

La obra se desarrolla a partir de la desaparición del jinete considerado como futuro ganador en una carrera de caballos, de aquí en adelante un hombre adinerado contrata mercenarios para dar con el paradero del desaparecido.

Savater, que ya fue finalista de este mismo premio en 1993 con su novela epistolar El jardín de las dudas, ha dedicado la obra a José Manuel Lara padre, fundador de Planeta, "porque siempre creyó en mí como novelista, dado que el desaparecido editor le animaba a escribir este género y no “paparruchas” de filosofía “– comentó el autor.

Cicatriz

Por: Jason Maldonado
Conductor del programa "Librería Sónica" de RCR

Para los amantes de las lecturas tipo best sellers esta es una buena alternativa. Con un lenguaje descarnado, sin ambages, Juan Carlos Sosa Azpúrua nos trae su primera novela: Cicatriz.

Las tramas y las trampas políticas, el tema de espionaje visto desde sus entrañas, intrigas empresariales, meretrices de alto rango, asesinos, corrupción y mucho más, confluyen en este trabajo que se pasea por lo más mísero del mundo moderno, el mismo que está en nuestras narices y no lo vemos. Aquí se dan cita mujeres despampanantes y hombres que rayan en lo adónico, que terminan padeciendo la inevitable adicción que produce el poder.

Esta cita da en términos generales una panorámica de la novela: “En algún momento de nuestras vidas, alguien o algo nos produjo un sufrimiento insoportable, un dolor que nos marcó para siempre…Descubre la cicatriz de una persona y hallarás la clave de su vida, un tesoro, encontrarás algo que te dará poder, posibilidad de penetrar lo más auténtico y arraigado de su ser. Haciéndolo, podrás manipular a tu antojo, para bien o para mal, eso lo escoges tú”.

Cicatriz es una novela que en muchas ocasiones y sobre todo en cuanto al tema político nos lleva a pensar en el viejo adagio que dice “cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia”. El efecto mariposa es llevado a su máxima expresión en el entramado del texto. Situaciones que se vivieron en un pasado remoto terminan repercutiendo en un presente que avasalla en las vidas de Charles y Anne Lowell, Sergei, Miranda, Delfina y todos los personajes que forman parte de las historias aquí narradas: “A veces la muerte en Pekín de un diplomático alemán genera como consecuencia la explosión de un tren en Argentina, dos eventos totalmente diferentes, a los ojos del mundo inconexos, y resulta que están totalmente conectados por razones que solamente conocen tres o cuatro personas en el planeta.”

Hacia el final de la novela, la misma pasa de lo más sórdido a lo más espiritual situando a uno de los personajes principales en el Tibet, lugar en donde vive una transformación total en cuerpo y alma, digna de admiración, más bien propia de un ser de otro mundo. Sin embargo, como en una especie de recuento macabro, éste va recordando su vida hasta llegar a una carta malévola que le aclara la verdad que tanto buscaba, reiterando con ello que “el poder no tiene alma que censure ni corazón que sienta”. Tal como señalé al principio, con un lenguaje desprovisto de discreción en el acto narrativo como elemento de enganche a la lectura, con una jerga venezolana y particularmente muy caraqueña, Juan Carlos Sosa Azpúrua debuta con su primera novela, en donde al final, sólo el propio escritor se salva.