18 de septiembre del año 96 d. C. Un plan perfecto. Un día diseñado para escribir la Historia, pero cuando todo sale mal la Historia ya no se escribe... se improvisa: una guerra civil, las fieras del Coliseo, la guardia pretoriana, traiciones, envenenamientos, delatores y poetas, combates en la arena, ejecuciones sumarísimas, el último discípulo de Cristo, el ascenso y caída de una dinastía imperial, locura y esperanza, la erupción de Vesubio, un puñado de gladiadores, la amistad inquebrantable, Marco Ulpio Trajano, el mito de las amazonas, una gladiadora, nueve emperadores, treinta y cinco años de la historia de Roma.
18 de septiembre del 96 d. C. Un grupo de gladiadores dispuestos a todo avanza por las alcantarillas de Roma. Nada ni nadie puede detenerlos. Ni siquiera la Historia.
30.11.11
LOS ASESINOS DEL EMPERADOS
UN JARDÍN EN BADALPUR
Otomano, abandonó la India y se instaló en el París ocupado donde murió en la miseria poco después de dar a luz. Zahr, adoptada por tres familias diferentes durante su infancia, fraguó en su interior la amargura de un desarraigo abonado por quienes trataban de mantenerla alejada de su verdadero padre, el rajá indio de Badalpur.
Esa niña solitaria y triste creció ajena a sus orígenes y cuando, al cumplir 21 años, pudo viajar a la India para reunirse con su padre, descubrió un país desconocido en el que, sin embargo, vio reflejada una parte de su ser. Buscó la aceptación y transigió al rigor de unas costumbres atávicas que le exigían sumisión y obediencia. Renunció a su libertad y llegó a sentirse feliz. Hasta que una noche, en un hotel de Calcuta, esa idolatrada imagen paterna se hizo añicos y Zahr huyó de su lado como tiempo atrás lo hiciera