26.8.11

TE AMO PERO SOY FELIZ SIN TI


Cómo vivir libremente, sin apegos y sin miedos

Jaime Jaramillo en su libro Te amo… pero soy feliz sin ti propone una serie de herramientas sencillas y eficientes que han sido probadas por personas de diferentes culturas, edades, religiones, etc. y que ayudan a recuperar la consciencia y a evitar sus dos grandes enemigos, los apegos y el miedo. Una idea fundamental es que la solución a estos dos últimos no está en el exterior, no depende de nada ni nadie, sino que está en el interior de cada uno

El apego implica que dependemos psicológica o emocionalmente de otras personas o de ciertas cosas. Supone que depositamos en ellas nuestra felicidad y empezamos a vivir condicionados. La felicidad pasa a estar en el exterior, en manos de otras personas. “El apego se nutre del miedo y estos miedos son el origen de todo el sufrimiento humano; debido a estos miedos, desarrollamos un sistema de autodefensa o negación persistente que nos lleva al autoengaño” (p.21).

Existen tres tipos de apegos que pueden tener diferentes manifestaciones e intensidad a lo largo de nuestra vida. El apego afectivo, que se puede confundir con el amor y se muestra con mayor intensidad en las relaciones de parejas o ante la muerte de un ser querido, implica que convertimos a la otra persona en la razón de nuestro ser. El apego material supone centrar la felicidad en el tener, poseer y ostentar; lo que lleva a creer que valemos más por lo que tenemos que por lo que somos. El apego ideológico, las creencias falsas y los fanatismos extremos, están en la base de los peores pasajes de la historia y es el origen de guerras y rivalidades. “


“Cuando realmente estás disfrutando del estado de consciencia pura que es el amor, el apego desaparece, por eso deja de hacer reclamos, expectativas y exigencias” (p.87)

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