
En el Pandemonium, la discoteca de moda de Nueva York, Clary sigue a un atractivo chico de pelo azul hasta que presencia su muerte a manos de tres jóvenes cubiertos de extraños tatuajes. Desde esa noche, su destino se une al de estos tres cazadores de sombras, guerreros dedicados a liberar a la tierra de demonios y, sobre todo, al de Jace, un chico con aspecto de ángel y tendencia a actuar como un idiota…
Hace mil años, el ángel Raziel mezcló su sangre con la de los humanos, creando la raza de los Nefilism, que se autodenominan “Cazadores de sombras” y conviven con nosotros con la finalidad de protegernos; aunque son invisibles para el ojo humano.
Los Cazadores de sombras obedecen las leyes establecidas en el Libro gris, que les fue entregado por Raziel: su mandato es proteger a los humanos de los demonios, que se dedican a destrozar todo aquello que encuentran en su camino. También son los encargados de mantener el orden entre los subterráneos: híbridos de demonio y humano a los que se conoce como brujos, vampiros, hombres-lobo y hadas.
La llamada Ciudad de hueso es una necrópolis situada debajo de Manhattan y gobernada por los Hermanos silenciosos, que deben su nombre al hecho de que sus ojos y labios están cosidos. Allí se encuentran los cuerpos de los cazadores de sombras asesinados.
Los Cazadores de sombras también estaban encargados de proteger los instrumentos mortales. Pero eso fue antes de su revuelta, cuando la guerra civil los dividió. Aunque Valentine, el cazador de sombras que inició el levantamiento, ya esté muerto, las heridas que dejó el enfrentamiento todavía no se han curado.
Han transcurrido 15 años desde la revuelta. Estamos en un Nueva York, que sufre un agosto demasiado sofocante... En el Submundo se oyen rumores de que Valentine ha vuelto, encabezando un ejército de traidores... Y la copa mortal ha desaparecido...
Hace mil años, el ángel Raziel mezcló su sangre con la de los humanos, creando la raza de los Nefilism, que se autodenominan “Cazadores de sombras” y conviven con nosotros con la finalidad de protegernos; aunque son invisibles para el ojo humano.
Los Cazadores de sombras obedecen las leyes establecidas en el Libro gris, que les fue entregado por Raziel: su mandato es proteger a los humanos de los demonios, que se dedican a destrozar todo aquello que encuentran en su camino. También son los encargados de mantener el orden entre los subterráneos: híbridos de demonio y humano a los que se conoce como brujos, vampiros, hombres-lobo y hadas.
La llamada Ciudad de hueso es una necrópolis situada debajo de Manhattan y gobernada por los Hermanos silenciosos, que deben su nombre al hecho de que sus ojos y labios están cosidos. Allí se encuentran los cuerpos de los cazadores de sombras asesinados.
Los Cazadores de sombras también estaban encargados de proteger los instrumentos mortales. Pero eso fue antes de su revuelta, cuando la guerra civil los dividió. Aunque Valentine, el cazador de sombras que inició el levantamiento, ya esté muerto, las heridas que dejó el enfrentamiento todavía no se han curado.
Han transcurrido 15 años desde la revuelta. Estamos en un Nueva York, que sufre un agosto demasiado sofocante... En el Submundo se oyen rumores de que Valentine ha vuelto, encabezando un ejército de traidores... Y la copa mortal ha desaparecido...